¿Qué es espacio a padres?
¿Para qué sirve?
¿Por qué es obligatorio?
¿Qué importancia tienen los papas y la familia en general en el tratamiento que comienza el niño?
Estas son algunas preguntas que, en ocasiones, surgen y que iremos respondiendo a través del siguiente plan estimativo de trabajo.
Es importante destacar que este espacio es considerado necesario, más allá de su condición obligatoria. Creemos que el saber familiar es tan importante como el saber profesional, es por ello que el espacio surge a partir de las inquietudes que presenta la familia.
El plan estimativo de trabajo será complementario al realizado con las demás terapias, acorde a la información proporcionada por las diversas herramientas diagnosticas y que permitirán fijar objetivos específicos, partiendo de la evaluación y formulación clínica de las dificultades que presente el niño como guía de la estrategia psicoterapéutica.
Objetivos generales:
Objetivos específicos:
¿De qué se habla en el espacio a padres?
Existe una variedad y riqueza de temáticas a abordar con madres, padres y familiares de un niño en tratamiento. Estas temáticas tendrán que ver con la historia individual y familiar.
A grandes rasgos algunas temáticas están asociadas a:
1. Información (¿Qué significa lo que tiene mi hijo?)
Entendemos que el objetivo de una intervención informativa a familias es básicamente que éstas conozcan y estén al día sobre el funcionamiento de todos aquellos recursos que les pueden resultar útiles como padres y familiares del niño en tratamiento. Para llevar adelante un programa de información hay que conocer y sondear permanentemente las necesidades de la familia a la que queremos atender, brindando información clara, sin un lenguaje específicamente técnico.
2. Orientación (¿Qué hago?)
A diferencia de la acción informativa, en la intervención orientadora ayudamos en la elaboración de criterios y en la aplicación a la práctica. Para ello hemos de tener claro nuestros propios criterios y ayudar al familiar a identificar su ámbito de competencia y su responsabilidad intransferible en la toma de decisiones. Orientar no es decidir por el padre, madre o familiar. Creemos más en una relación orientadora con cierta continuidad que en la consulta concreta de la situación particular descontextualizada ante la que, honestamente, poco se puede hacer. Se trata de orientar tendencias, no de dar recetas. Para una buena intervención orientadora es importante la capacidad de comprensión y empatía, la capacidad analítica y evaluadora y las habilidades de comunicación interpersonal en general.
3. Apoyo emocional
En este tipo de intervención creemos fundamental no solo el encuentro entre familia y terapeuta en el espacio a padres propiamente dicho sino también el encuentro entre padres. Es por ello que la reunión mensual de padres es un gran espacio de aprendizaje. Dichas reuniones mensuales están a cargo de las diferentes profesionales tratantes, Psicólogas, Psicomotricistas, Fonoaudiólogas, Terapistas Ocupacionales, Psicomotricistas, Psicopedagogas y Musicoterapeutas.
A través de las distintas necesidades y/o inquietudes que se van escuchando en el espacio a padres se elaboran las temáticas a abordar.
La reunión mensual de padres es un espacio no solo de aprendizaje, como mencionamos antes, sino también reflexivo y permite escuchar las voces de otros papas.
El taller para padres quincenal opcional es otro gran espacio para profundizar estos objetivos, es decir, aprender, reflexionar y escuchar.
4. Formación
Preferimos el término formación familiar al más clásico de escuela de padres ya que éste tiene una connotación más vinculada a lo escolar (y por lo tanto a la infancia), a lo cognoscitivo (charlas sobre temas) y lo pasivo (el especialista habla y el padre o madre escucha). En este tipo de intervención que proponemos no se trata primordialmente de dar a los padres y familiares conocimientos sobre una serie de temas (sobre diagnósticos, etc.), ni tampoco fundamentalmente de intentar que sean pseudo profesionales.
No es eso lo que esencialmente necesitan los padres (tengan hijos sin o con dificultades).
Desde nuestro punto de vista, la clave de la formación familiar estriba en crear la posibilidad y aportar los elementos necesarios para que los padres y familiares puedan construir un discurso propio y una manera propia de vivir con el niño en tratamiento y responder a sus necesidades.
Se detalla a continuación contenidos y metodología para la formación:
• Contenidos para la formación:
- Un primer bloque temático podría ser el de todo lo referido a los diagnósticos en general y al diagnóstico concreto del niño. Puede ser de interés conocer mejor lo que se sabe y señalar, también, lo mucho que se desconoce sobre el mismo. Podemos abordar las causas, prevalencia, características, potencialidades desde perspectivas multidisciplinares y enfatizando siempre en el sujeto, sea el diagnostico que sea y lo relativo y dinámico del sujeto en sí.
- Un segundo bloque podría referirse a la situación familiar y comunitaria del niño en tratamiento. Resaltar la importancia de la familia para la vida y el desarrollo del niño y dar lugar a las inquietudes, experiencias y propuestas de padres, hermanos y familiares.
- También es de interés abordar las preocupaciones vinculadas con el momento concreto del desarrollo vital del niño en tratamiento: primer año, primera infancia, tiempo escolar y preadolescencia. Será una temática en la que tendremos que poner especial cuidado en no establecer reglas fijas sobre lo que debe ocurrir en cada etapa y en escapar de estereotipos negativos.
- Una cuarta área que puede interesar a padres y familiares del niño en tratamiento es la relativa al desempeño de aquellas funciones que los padres tienen en relación con sus hijos: cuidados básicos, salud, educación, modificación de comportamientos inadecuados, comunicación y lenguaje, orientación sexual, apoyo para su autonomía e independencia, etc.
• Metodología:
Señalaremos brevemente algunos puntos básicos de la orientación metodológica que intentamos mantener en la formación familiar.
- Nadie forma a nadie. Juntos participamos en procesos en los que todos aprendemos.
- Hemos de partir siempre de la familia (de todas las personas participantes): de sus conocimientos, de sus fortalezas, de sus limitaciones, de sus estilos, de sus estados de ánimo, de sus expectativas, de sus deseos, de sus intereses, de sus necesidades, de sus experiencias, de sus vivencias. Esto supone un proceso de formación centrado en la familia y no centrado en los contenidos.
- Entendemos el proceso de aprendizaje como un proceso activo y participativo. Planteamos una metodología basada fundamentalmente en el saber familiar y el saber profesional. Es de esta manera como entendemos que se construye el conocimiento, entendido en el sentido del “saber hacer” más que el “saber cosas”.
Siempre centrándonos en el niño y su familia.